viernes, 25 de marzo de 2022

ES TIEMPO DE ACABAR CON LA ANSIEDAD

La ansiedad puede ser un sentimiento alarmante, de miedo de intranquilidad. La Biblia tiene mucho que decir sobre la ansiedad, aunque la palabra en sí no se encuentra con tanta frecuencia. Para sustituirla, se utilizan sinónimos como problema, pesadez, angustia y preocupación.

Cuando la ansiedad se convierte en un factor negativo para nosotros, ya no es un simple nerviosismo. Sino que se convierte en una preocupación constante que nos roba la paz y no nos deja vivir tranquilos. Es una horrible sensación que nos hace sentirnos mal todo el tiempo. Para muchos puede ser una tontería, pero para otros la ansiedad es como vivir un infierno día tras día, del que muchas veces es difícil de salir.

¿Los hijos de Dios sufrimos de ansiedad?

Claro que los hijos de Dios también podemos sufrir de ansiedad. No somos intocables y ¡si! también es una pesadilla.

También nos hace separarnos de Dios y aunque nos es fácil la solución siempre estará en El, que es el único que nos puede sacar completamente de esa situación.

¿Es la ansiedad un plan del enemigo?

Cuando la ansiedad empieza a tomar el control, nuestra vida se convierte en una angustia constante. Todo nos produce preocupación, nos inquieta el qué dirán, por cómo nos miran, por el qué pensarán otros de nosotros o qué piensa Dios de nosotros. Y nos atormentamos a nosotros mismos haciéndonos estas preguntas que nos roban la bendición de Dios. Este es una de las artimañas que utiliza satanás y que mas usa en estos tiempos, sobre todo en los jóvenes. En el 2020 en plena pandemia de Covid -19 nos hicimos más vulnerables hasta tal punto que no pudimos realizar muchos planes que teníamos para ese año, a esto hay que agregar que tuvimos que quedarnos en casa durante mucho tiempo sin hacer las cosas que queríamos.

Pero tenemos a Dios

Sabemos que la tierra es regida por el príncipe de este mundo, Satanás y es así como él quiere que perdamos la fe y la confianza en Dios quien es quien vela por nosotros.

¿Cómo podemos neutralizar esas armas que el enemigo usa en contra de nuestras vidas para robarnos el gozo y la paz?

Primero que nada, reconociendo que ese estilo de vida no agrada a Dios (Lucas 12:22 y 29).

Nuestro Señor nos dejó como un mandamiento “no os afanéis, no os preocupéis ni estéis en ansiosa inquietud” El señor no quiere ver a sus hijos afanados, angustiados, atribulados, sino que aprendan a confiar y descansar en El, en su provisión, en su poder.

Podemos confiar en que el Señor proveerá para nuestras necesidades, nos protegerá del mal, nos guiará y guardará nuestras almas para la eternidad. Tal vez no podamos evitar que los pensamientos ansiosos entren en nuestra mente, pero podemos practicar la respuesta correcta. Filipenses 4:6, 7 nos dice: "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús".

“Confiemos que Dios siempre cuidara de nosotros y siempre estará presente para ayudarnos”



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